Resumen
En este trabajo se comparó la variación de la forma de huevos puestos por hembras del mosquito Aedes aegypti criadas en laboratorio bajo fotoperiodos contrastantes (largo y corto), y de huevos colectados semanalmente en campo a lo largo de 11 semanas durante el otoño en Buenos Aires, Argentina. En base a fotografías de estos huevos, se realizó un análisis de su forma utilizando morfometría geométrica de contornos basada en descriptores elípticos de Fourier. Los coeficientes obtenidos se usaron como variables de forma y se sometieron a un análisis de componentes principales (PCA) para identificar los principales ejes de variación.
Métodos
En el experimento de laboratorio se establecieron dos colonias de Aedes aegypti a partir de huevos recolectados a comienzos del otoño mediante ovitrampas colocadas en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires. El fotoperíodo materno fue controlado para simular dos escenarios contrastantes: fotoperíodo largo (LP), representativo de la transición primavera–verano (14:10 h luz:oscuridad), y fotoperíodo corto (SP), representativo de la transición otoño–invierno (10:14 h luz:oscuridad). La temperatura se mantuvo constante en 21 °C. Las hembras tuvieron acceso a un cobayo durante 2 h para promover la alimentación con sangre en dos ocasiones, separadas por un intervalo de 72 h. Después de la segunda ingesta de sangre, las hembras fueron colocadas en pequeñas jaulas individuales (6 cm de alto × 3 cm de diámetro) que contenían un papel húmedo para la oviposición y una pasa de uva como fuente de azúcar. Estas jaulas se mantuvieron bajo las mismas condiciones de fotoperíodo en las que las hembras habían sido criadas y se inspeccionaron diariamente durante seis días. Los papeles con huevos se mantuvieron posteriormente bajo el mismo fotoperíodo y temperatura durante nueve días adicionales para asegurar el desarrollo embrionario completo. Se utilizaron huevos de 20 hembras por tratamiento. De cada hembra se seleccionaron aleatoriamente cinco o seis huevos, resultando en un total de 101 a 103 huevos por tratamiento. En el estudio de campo, los huevos se obtuvieron como parte de un programa de monitoreo en Buenos Aires utilizando 218 ovitrampas distribuidas en toda la ciudad (una por km²). Cada ovitrampa consistió en un frasco de vidrio pintado de negro, lleno en un tercio con agua de grifo, que contenía una sustrato de madera sujeta verticalmente a la pared interna mediante un clip metálico, sobre la cual las hembras de Ae. aegypti depositan sus huevos. Las ovitrampas se colocaron en la vía pública, en canteros ubicados en las veredas, a menos de 1 m de altura con el fin de maximizar la cobertura vegetal. Se realizó un mantenimiento in situ una vez por semana de cada ovitrampa, durante el cual se lavaban las paredes del frasco y se reemplazaban el agua y el sustrato. A lo largo de 11 semanas, se seleccionaron 30 sustratos con más de 30 huevos de cada semana, para aumentar la probabilidad de muestrear huevos de diferentes hembras. De cada paleta se seleccionaron aleatoriamente ~4 huevos, totalizando aproximadamente 120 huevos por semana. En las semanas 10 y 11 se obtuvieron menos huevos debido a la baja oviposición, resultando solo 6 y 21 sustratos adecuados, respectivamente. La variación en la forma de los huevos en ambos casos (experimento en laboratorio y estudio de campo) fue analizada mediante un morfometría geométrica de contornos basada en el análisis de elípticos de Fourier (AEF). Los huevos fueron fotografiados con una cámara digital Leica DFC295 acoplada a un microscopio estereoscópico Leica S8 APO. Las imágenes se procesaron para generar siluetas negras de los huevos sobre un fondo blanco. Los datos de contorno se extrajeron con el paquete Momocs de R, se convirtieron en coordenadas (x, y) y se sometieron al AEF para descomponer las formas en coeficientes armónicos. Antes de aplicar la transformación de Fourier, los contornos fueron centrados, reescalados y alineados mediante para eliminar sesgos en posición, tamaño y rotación. Tras una calibración preliminar, se utilizaron 12 armónicos, que capturaron el 99,8% de la variación total de la forma. Cada armónico aportó cuatro coeficientes, resultando en 48 descriptores de forma por huevo. Estos coeficientes se usaron como variables de forma y se sometieron a un análisis de componentes principales (PCA) para reducir la dimensionalidad e identificar los principales ejes de variación.